viernes, 15 de mayo de 2009

Rerum Novarum Sobre la cuestión social Carta Encíclica del Sumo Pontífice León XIII 15 de mayo de 1891


Antes de nada, situémonos en la época. Estamos en plena Revolución Industrial, lo que supuso un cambio brutal en la sociedad, sobre todo para los trabajadores. La cuestión obrera fue un drama muy doloroso debido a que la tecnología relegó al trabajador a la categoría de máquina. El más fuerte ganaba, a costa siempre del débil. Al final la clase trabajadora sufrió una explotación muy grande y claro, terminó protestando y creando malestar social.

La Iglesia no podía hacer oídos sordos ante unos derechos humanos que estaban siendo pisoteados. Al principio, su postura ante este problema se limitó sobre todo a las ayudas caritativas. Pero el Papa León XIII decidió mojarse con la encíclica Rerum novarum. Ya no se trataba sólo de caridad, sino de justicia. “Es inhumano abusar de los hombres, como si fueran cosas, para sacar provecho de ellos”, dice.

Este texto describe en 42 puntos en qué condiciones vivían los sufridos trabajadores, defiende el derecho a la propiedad privada y rebate las, para ellos falsas, teorías del socialismo (recordemos: sólo existe la clase trabajadora, un gobierno basado en la igualdad absoluta...).

¿Cuál es el remedio que propone el Papa? Dice que la Iglesia, el Estado, el empresario y el trabajador tienen que trabajar juntos. La Iglesia debe interesarse por los aspectos religiosos y morales; el Estado tiene que intervenir para que haya Justicia; y los trabajadores y empresarios deben organizar asociaciones que les protejan (sindicatos). Y todo esto lo expone la Encíclica con mucho detalle.

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